Fue una mañana húmeda, Salí temprano a caminar mientras me
fumaba un cigarrillo, mientras pensaba que hacer más tarde. Hay muchas cosas
que hacer, quisiera pintar un poco, o arreglar ese rincón en el fondo del patio
que madre ha mencionado hace unos días. Pero la flojera me gana y solo opto por
bañarme y echarme a leer un libro.
Añoraba los tiempos en familia, la agitación que se genera
en la mañana (como me dijo alguien una vez ‘ese lio mañanero’) en que todos se
apresuran en alistarse a trabajar.
Ahora soy el único en casa. Descanso médico dicen.
En la tv no hay nada nuevo y prefiero hacer algo de
abdominales antes de bañarme, el clima está fresco. Que rico. Una llamada
telefónica ofreciéndome tarjetas de crédito que no deseo. El ulular de una
sirena pasando cerca.
Tranquilidad.
Tranquilidad según Doomsday: Poder caminar sin polo sin que te digan nada, es más ir en boxer del cuarto a la ducha, comer cuando te de hambre no porque sea mediodía, hurgarme la nariz si lo deseo sin paltearme.
Busco un cd antiguo y me pongo a cantar como cuando me
encerraba en mi cuarto a pensar que todo saldrá bien y que el futuro es posible
y bonito si me esfuerzo y pienso postivo.
Y canto gritando, porque se me la letra y porque me nace del
alma. Empapado de sudor sin polo aún me miro al espejo con vanidad y juego a
ser Liam, porque lo poco que aprendí a tocar la guitarra se me viene a la
memoria y porque jugar me hace sentir bien después de esta semana jodida de clínicas
y días ocupados en el trabajo.
'Cause we don't believe
That they're gonna get away from the summer
But you and I will never die
That they're gonna get away from the summer
But you and I will never die